jueves, diciembre 11, 2008

kafka.

Cuando una espada te traspasa el alma,
importa conservar la mirada serena,
no perder sangre,
acoger la frialdad de la piedra.
Por esa estocada;
después de esa estocada:
volverse invulnerable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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